Luís Cernuda. La casa. Poesía completa, Vol.I, Siruela :
Desde siempre tuviste el deseo de la casa, tu casa, envolviéndose para el ocio y la tarea en una atmósfera amiga. Mas primero supiste (porque eso lo aprenderías luego, a fuerza de vivir entre extraños) que tras de tu deseo, mezclado con él, estaba otro: el de un refugio con la amistad de las cosas. Afuera aguardaría lo demás, pero adentro estarías tú y lo tuyo.
Un día, cuando ya habías comenzado a rodar por el mundo, soñando tu casa, pero sin ella, un acontecer inesperado te deparó al fin la ocasión de tenerla. Y la fuiste levantando en torno de tí, sencilla, clara, propicia: la mesa, el diván, los libros, la lámpara -atmósfera que llenaban con su olor algunas flores de la temporada.
Pero era demasiado ligera, y tu vida demasiado azarosa, para durar mucho. Un día, otro día, desapareció tan inesperada como vino. Y seguiste rodando por tantas tierras, alguna que ni hubieras querido conocer. Cuántos proyectos de casa has tenido después, casi realizados en otra ocasión para de nuevo perderlos más tarde.
Sólo cuatro paredes, espacio reducido como la cabina de un barco, pero tuyo y con lo tuyo, aun a sabiendas de que su abrigo pudiera resultar transitorio; ligera, silenciosa, sola, (...), alta, con sus ventadas abiertas al cielo y a las nubes, sobre las copas de unos árboles.
Mmmmmmm
ResponEliminaYo siempre he soñado con una casa grande con un jardín, un jardín lleno de flores bellas y olorosas con un pozo lleno de agua fresca.
ResponEliminaMe gusta imaginarme en las noches de verano sacando agua del pozo para regar las plantas y la tierra reseca del caluroso día que ya ha finalizado, y luego sentarme a sentir la noche, a oler la tierra, el aroma de las flores, a oír el canto de los grillos, y estar con la mirada perdida sintiendo la suave brisa nocturna en mi piel y luego dormir placidamente con el alma en paz.
Al levantarme volver a sacar agua del pozo y ponerla en un balde de cinc a calentar para bañarme............recuerdos de mi infancia,............ el resto de mi vida he ido construyendo mi casa, que soy yo, unas veces fuerte, otras frágil como todas las casas del mundo, aun sueño.