12 de juliol 2009






(...) Gracias a la llama, tomada como objeto de sueño, las más desvaídas metáforas llegan a ser realmente imágenes. (...) La imagen, la verdadera imagen, cuando es vivida primeramente en la imaginación, cambia el mundo real por el mundo imaginado, imaginario. Por la imagen imaginada conocemos ese absoluto del sueño que es el sueño poético.





(c) Manel Armengol. Flama sobre l'aigua, de la sèrie El Foc





Entre todas las imágenes, las de la llama -tanto las ingenuas como las más alámbicadas, las recatadas como las traviesas- llevan una señal de poesía. Todo soñador de llama es un poeta en potencia. Todo sueño ante la llama es un sueño de asombro. Todo soñador de llama está en estado de sueño originario.


(...)Un soñador dichoso de soñar, activo en su sueño, contiene una verdad del alma, un porvenir del ser humano.



Gaston Bachelard. La llama de una vela. Monte Avila. Caracas.

1 comentari:

  1. Y solo verás pájaros si en el corazón los llevas, montañas si en tu corazón están. Al igual que solo verás humo y dolor si te dejas prender por ellos. Caminos andarás si en ellos has pensado, y solo podrás parar si en el descanso te has imaginado.

    Mln

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